Entre los 80 y los 90 se retorna al obrador de pan y la empresa se centra de nuevo en el mercado más local, pero es al fallecer el patriarca, cuando Julián Martín-Ondarza toma el mando y ya bajo la denominación actual de Mandul se vuelve a vender nuestro producto por toda España.
En agosto del 1996 nos trasladamos a la nueva fábrica y pasamos de unos escasos 400 metros a los 2500 metros actuales. En el año 2000 se instala la primera linea automática con la que se empiezan a producir los populares roscos y las exitosas coronas. En el 1997 empiezan a introducirse los dosificadores y el crecimiento exponencial de la producción se corresponde con un crecimiento paralelo de la demanda.
La respuesta del mercado era tal y la capacidad de producción tan limitada, que algunos de los clientes dormían a las puertas de las instalaciones para asegurarse que todo lo que salía por la puerta del almacén acabaría en sus almacenes.